El Laberinto Mágico

El juego se compone de un tablero, una serie de paredes del laberinto, junto con los peones de los jugadores y una bola metálica que se agarra fuertemente a los peones imantados.

Para hacer realidad el laberinto de paredes invisibles el juego ha implementado un original montaje. Los peones tienen un imán en la parte de abajo. El peón se coloca encima del tablero y por debajo se coloca la bola, que se pega al peón gracias al imán. Las paredes que están debajo del tablero hacen que la bola no pueda pasar por determinadas partes, con lo que se despegará del peón y caerá. Cuando la bola cae el jugador deberá volver al punto de partida para volver a empezar su camino, teniendo más información ahora sobre la posición de las barreras.

La partida se desarrolla por turnos. En cada turno el jugador que le toque lanzará el dado para saber la cantidad de movimientos que tiene. Entonces moverá su peón siempre intentando llegar al amuleto o símbolo mágico que hay en el laberinto, de modo que lo pueda recolectar para su reserva. El movimiento puede que se realice de manera que pase a la siguiente casilla o, en caso que encuentre una barrera que le impida pasar, se caerá la bola que tiene en la parte de abajo del tablero.

El Laberinto Mágico es un juego donde se requiere el uso de la memoria para tener un movimiento efectivo. Para ganar el juego se tiene que realizar una recolección de símbolos que aparecen en lugares aleatorios del tablero. Los jugadores intentan llegar a los espacios con los símbolos mágicos con la información de los caminos posibles que han podido memorizar. Cuando un jugador llega a un símbolo, lo gana. El jugador que primero consiga un número de símbolos mágicos es el que habrá ganado la partida.